martes, 7 de junio de 2011

Montana, EEUU.

Nunca había tenido que plantearme eso de despedir a una amiga de verdad, y trato de olvidar lo más posible que ese momento a a llegar en algún momento, y cuándo llega el momento de recordar te ruego que no te vayas. Todos sabemos, rectifico, al menos yo sé que esta será una de las mejores experiencias que tengas en la vida, te lo pasarás bien, harás amigos, aprenderás idiomas, reirás, serás muy libre, mucho. Un año. Para ti se traduce en un telediario, para mí se traduce en una eternidad, en un milenio de miles de telediarios. ¿Te planteas como serán nuestras vidas después? Nadie lo sabe. Pasarás el invierno en algún lugar frío de Montana, y el verano, y disfrutarás del frío hasta que te hartes de disfrutarlo, y entonces acuérdate de mí, el frío es maravilloso. Es la conjugación del éxtasis de todas las emociones mezclado con la inteligencia humana, sí, es una buena definición. La verdad me cuesta ponerme a pensar en todo lo que va a pasar, en qué será de nuestra amistad, a quién le diré todas las frikadas del mundo, a quién le confiaré mis secretos, a quién le leeré la mente, en quién pensaré primero al tener que contarle algo, a quién le pasaré canciones, con quién cantaré el waka waka y el alejandro a las tantas de la mañana en un autobús perdido en medio de ninguna parte en una isla en el océano atlántico. Vas a ser la reina del círculo polar, te lo digo yo. Supongo que si sigo mucho más reincidiendo en lo que bien ya dije, voy a llorar, y no me apetece, ya lloré y ya lloraré, cuándo vea que ya no hay forma humana de retenerte aquí a mi lado. ¿ Quién me convencerá con un movimiento de mano de que baje desde la ventana ?
No sé, supongo que te he querido en el momento equivocado, aunque quererte no sea una equivocación nunca, decir eso es atentar contra mi estado personal. ¿ Y qué quieres que te diga babe ? Ahora lo único que te digo es que quiero pasar los días de verano contigo, quiero correr en la playa, sentir el sol en la piel, la sal del mar en el pelo, y sentir la risa en la cara, esa hermosa risa que ahora brilla más que nunca. Lucharé hasta que mi imperio caiga para poder pasar un segundo más a tu lado, te llamaré todas las veces que pueda, viajaré aunque sea andando para verte, como dice la canción, no quiero saber cuántas veces la hemos cantado porque quizá me sorprendería.
Y el día en que vuelvas y te espere en el aeropuerto, correré hacia ti, y al no saber que decir te abrazaré con fuerza, esa fuerza aplastante que solo tu impactas en tus abrazos, y después de eso canturrearé en mi mente esa canción, me vendrán todas de golpe, y lo único que espero que no pierdas en esta aventura, en la que puedes perder hasta los zapatos es nuestra confianza, nuestra amistad, nuestros recuerdos, espero que no me pierdas.

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