Saber dónde empezar siempre está bien, siempre está bien. A veces si el sabor a cerveza no se mezclara con el sabor a helado de chocolate y galleta las cosas serían diferentes, no serían tan maravillosas, a pesar de la extraña combinación, como si de un cóctel se tratase. El primer abrazo. Precedido de una escapada. Copenhage, próximo destino. Adiós. Adiós mundo.
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