domingo, 30 de octubre de 2011

It hurts again

Estamos en el umbral del tiempo, digamos que en este caso me encuentro sola, pero no tengo miedo ni ganas de gritar, porque tú no estás. Hoy hace exactamente un mes de aquella tarde intachable y astronómica, de la cuál quizá algún día solo queden los restos. Pero qué más da. Me gusta tu jersey y echo de menos tus abrazos. El olor de tu colonia cerca de mi. Estoy harta de tomar de mi propia medicina y no volveré a ser como era. Y me gusta el frío, pero éste no sirve de nada si tú no estás conmigo para darme tu calor. Vuelve y no dejes que muera congelada.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Y con nosotros morirá

Acabo de descubrir algo en mi vida que parece ridículo que haya ignorado durante tanto tiempo, pero que algo significa. Mis padres también sufrieron el límite del tiempo. Mi padre es un poeta. Y se marchó a Roma. Un año. Y se marchó en Octubre. Enamorado de mi madre. Y con la incertidumbre de no saber si al volver ella iba a esperarlo. Y rellenó un cuaderno de hojas recicladas, un precioso cuaderno hoy ya gastado por el tiempo, y en él escribió con la letra más delicada que podía salir de sus dedos todas y cada una de las palabras que sentía. Y, rompiendo su intimidad encontré esto, su manuscrito, que no puede ser porque sí. He llegado a la conclusión de que el tiempo no existe, y de que nuestros pasos no son en vano, y un ápice de esperanza me hará despertar.

Cuando solo existe el vacío

Y aquí queda el único rincón de mi alma que no ha muerto ahogado por las primeras tormentas de Octubre.  Alguien a quién le hablo aún a sabiendas de que no me escuche, pero siempre está presente. En aquel momento me sentí morir, se me apagó la respiración y mi mundo se cayó, y el sueño se desvaneció, y el hambre, y llovía dentro y fuera de mi casa. No voy a criticarlo, es imposible hacerlo. No se lo merece. Es comprensible hasta el punto y hora de que me esté diciendo toda la verdad. Y lo hace. ¿Qué más da? Otro fracaso más.. Si pudiese sin más anotarlo en el cuaderno de fallos que volveré a repetir en mi vida estaría feliz, total, ¿Cuántas veces no habré hecho yo lo mismo con otros? Tomas de tu propia medicina me dijeron, y, es cierto. Espero que no sea venenosa esta vez. Siempre he defendido que algo que nos cuesta nos da más placer alcanzarlo, el que algo quiere algo le cuesta.Él lo lleva bien, como en aquella canción. Al menos ya no muero cada vez que intento levantarme. Si vale la pena volverá.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Autumm

Treinta y un días antes del día inexistente nos pusimos en marcha, despertamos y nos dimos cuenta de que queríamos algo más en la vida, que nos queríamos uno al otro, y, de forma extraña, ése sentimiento que creíamos tener olvidado arraigó en nosotros de forma inesperada, un día de otoño, mi conclusión es que no somos normales, la gente normal se enamora en primavera, y ahora aquí estamos, al borde del abismo, descubriendo que somos el espejo uno del otro, amándonos a nosotros mismos porque queremos al que vemos en frente, callándonos a base de besos atropellados que dejan sin aire a cualquier ser humano. Hacemos aflorar la primavera, hacemos caer las hojas de los árboles y nacer el invierno, y a la vez, deshelamos el verano, porque somos una fuente de calor más potente que el sol.

1999

Donde diablos estés, Por fin me atreví a resumir aquel año. Cuando queríamos romper ventanas.. y lo hacíamos. Donde diablos estés. Si lo escuchas. No te lo tomes a mal. Todo está pasado por el filtro del tiempo y mi imaginación tramposa. Si te preguntas "¿se ha atrevido a hablar de él y de mi?" observa la cifra y considérate contestada. No incluyo nombres en ningún caso. Únicamente lo sabrás tú, que, en cierta manera, es lo que pretendía. Una broma desde la distancia. 1999. el año del supuesto fin del mundo.. en cierta manera.. sí.. el fin de ti y de mi.. algo definible como un pequeño mundo infranqueable para el resto. Y como extrañas plantas, crecíamos más cuando menos agua y luz existían a nuestro alrededor. ¿Cómo podíamos pretender gustar al resto? Nos conocimos sin raíces, andamos un tiempo juntos, sin raíces.. en algunos momentos tuve la sensación de que cada uno de nosotros arraigó en el otro. Pero, de cualquier manera, ya era demasiado tarde para nosotros. ¿Cómo podían asentarse en la tierra dos seres tan volátiles? Así que cada unos siguió el camino que le correspondía, y no hay nada más que decir. Hoy iré tarde a dormir. Te informo. Me imagino que mañana te levantarás temprano.

lunes, 10 de octubre de 2011

Me llaman Octubre.

Hoy es un día cualquiera, en concreto diez de Octubre, sí, es mi mes favorito del año y es un día par, pero no tendría por qué tener nada más, pero cuando rasguemos las esquinas de nuestras agendas se dibujará una sonrisa en recuerdo de cada momento, y las hojas en el calendario discurrirán, pero todo será diferente, todo, y a la vez será mejor, estoy segura, tenemos mucho que aprender. Y aunque hoy no haya nacido un genio, no haya partido una nave de la NASA a la Luna, qué más da si hoy un literato no ha escrito su obra maestra, no importa, porque hay una fuerza mayor que todo esto, porque ser únicos es algo que pocos pueden tener. Y el mar romperá las ventanas y deshará las rocas, y seremos arena, y moriremos en el intento, pero congelados en un beso voraz que convertirá en incandescente todo cuerpo que ose interrumpirnos y recordaremos la cadencia de nuestros corazones de memoria, y el sonido que hacían nuestras ropas al romperse, y las noches de poesía y de cometas descendiendo del cielo, mientras nosotros subíamos a él, y eso será lo único que quede tras el polvo interestelar.

lunes, 3 de octubre de 2011

El cosmos

Siempre me ha impresionado la grandeza del universo, ahora mismo, aquí sentados, en un brazo de la galaxia, ¿qué le importamos al resto? Ni siquiera a la mayoría de los que están sobre la faz de la tierra. Observa al lucero del alba, ahí, escondido, no parpadea como lo hacen las estrellas, incluso cuándo caen del cielo para mostrarnos un espectáculo increíble siguen parpadeando, quizá ya no estén con vida, no lo sé. Pero todo ese universo se convierte en minúsculo cuándo estallan nuestros labios, y se crea el vacío, y la nada, y entonces estoy en un agujero negro, y la verdad no me importa, porque huelo a tu perfume, y póngase las veces que se duerma tras la línea del horizonte la estrella más grande de nuestra secuencia principal yo seguiré aquí, sin saber qué hacer, pero aquí, sea el cielo del color que se quiera teñir.