martes, 24 de enero de 2012

ED

43.39 N 7.38 O, 183.41, 2 horas 43 minutos. De aquí mismo hasta ahí, donde estás tú. En el limbo entre nuestra vida y la muerte. Siempre me has sorprendido, a lo lejos. El cielo y el mar se han teñido del color de tus ojos para intentar que no lo olvide nunca. Ahora mismo quizá sea inútil intentar sobrevivir, quizá sea mejor ahogarse. Pero, ahora mismo, lo que deseo es que llegue un día en el que, tras haber pasado los años nos encontremos, y, aunque tengamos la vida por delante ya hecha, lo dejemos todo para volver a empezar. Solo espero que pasen esos años y que algún día me hagas recordar el pasado, ver como se me ha escapado la vida, ver que tú no lo has hecho y tener la oportunidad de empezar de nuevo. A veces me congelo en un intento por derretir ese inmenso iceberg que parece que tenemos dentro. Sería bastante más sencillo conformarse con lo que el mundo nos da, pero somos más egoístas de lo que creemos. He de decirte que odio reconocer mis  errores. Ojalá nunca te sintieras solo, con ganas de clamar al universo, con ganas de morir, porque todos hemos querido morir si realmente nos hemos encontrado al borde del abismo. Siempre se nos ha rasgado algo en nuestro interior que no sabemos lo que es, pero que duele más que ninguna otra cosa, y que es provocado por algo que, a día de hoy queremos hacer desaparecer, ¿por qué? porque queremos olvidar todo lo que nos puede hacer daño. Acéptalo, hay cosas que no van a volver, por mucho que nos empeñemos en herirnos, yo tampoco soy capaz de asumirlo, pero estoy convencida de que alguien así, que ha desaparecido de esa manera, no puede hacernos vivir, porque a mi no me quieren recordar, porque también duele. Vuelve a ser un héroe, más bien, no dejes de serlo, no lo abandones. Y no esperes más, sobre todo eso, no sigas esperando, porque, aunque haya llegado tarde, he llegado. 

sábado, 21 de enero de 2012

gg

El día era precioso, como tu manera de sonreír tímidamente cuando nos cruzábamos de casualidad. Tu, pelirrojo brillabas con luz propia, alguien nos escuchaba de lejos, aunque nosotros aún no sabíamos que existíamos. Dejamos escapar lo que más apreciamos, y es lo que menos valoramos, por eso quiero retener, atrapar, concentrarme en cada instante, amar sin recordar que era la cordura, y si un día termina, pues se acabó, no hay nada más que hacerle. Pero los seres que se preocupan todos y cada uno de los días de la semana por ti son los que más te quieren. Aunque a veces, por mucho que te sorprenda, es más gratificante un reencuentro que encontrarse todos los días. Solo te digo eso. Eres mi mar.

domingo, 15 de enero de 2012

I'm gone

No paras de moverte, te teletransportas, primero estabas en una clase de ballet, y ahora ya no sabes ni dónde estás. He caído de repente en un lago noruego en el que mi aliento deshace el frío entre suspiros y corta el color de mis pesadillas. Aquí nadie tiene prisa. Quizá algún día te veas reflejado en un cristal de cualquier tienda de la ciudad y te des cuenta de como has cambiado. Es difícil asumir que engañamos constantemente a la gente que nos rodea, sea de la manera que sea. Mentimos siempre que decimos que estamos bien. O que estamos mal. Siento hacerte daño a veces. Pero prefiero volar alto, aunque la caída sea más impactante. Siempre me ha gustado jugar con ventaja, pero arriesgando todo. Solo consigues bombardear mi mente con tus razonamientos incoherentes, pero ya no estoy en el frente, ya no lucho por ti, solo arriesgo mi vida por los que saben ver más allá de la frontera de mis ojos. Y aquí estoy, tendida en el suelo, pero más viva que tú, aunque te cueste creerlo algún día lo entenderás.

No es lo más adecuado, nunca lo es.


La última vez que alguien te abrazó y lo sentiste con una fuerza distinta ha quedado enterrada en la profundidad de todos tus recuerdos. Y a pesar de todo el daño que te hace sigues necesitando ese recuerdo como necesitas respirar cada cuatro segundos. ¿Y que pasa si no lo encuentras? Eso sí sería verdaderamente triste. Porque en ocasiones es mejor torturarse con lo que hemos tenido que no con lo que nunca llegará. Y no me estoy refiriendo a ti, y lo sabes. Solo generalizo. Recuerdo su voz cantando, con ese acento inglés tan peculiar, que nadie más podría tener. Y cuando menos lo necesitas escuchas esa canción que no tiene nada que ver con lo que realmente sientes, pero con la cual te sientes totalmente identificado, y necesitas su flujo de vida para sobrevivir. Ves como todo se derrumba, y sigues dentro, las luces cesan, pero tú sigues ahí, hasta el final, porque algo era bueno para ti. Pero vives en recuerdos de fotografías antiguas y vídeos de tenue color. Sé que estás perdido, aunque no creas, no dejes de creer nunca, porque siempre mentimos, y siempre esperamos lo que no deberíamos esperar, hay veces que es difícil reemplazar, y más si revolvemos en los recuerdos como en una tarde fría y lluviosa caen las películas románticas y el calor de la calefacción en forma de aguanieve.

sábado, 7 de enero de 2012

270211

Hacía un frío que no solo congelaba los huesos, si no que nos tumbaba el alma. La espesa bruma entre la que nacimos y la lluvia que nos vió por primera vez, hacía que el calor resultase algo remoto e ilegítimo en nuestras vidas, ya no recordábamos lo que era aquello. Y cuando nuestras vidas se pusieron en contacto y se unieron para siempre estalló ese flujo de infelicidad y de recuerdos, y, como un fuego artificial, sin ser artificial nos hizo ver más allá de nuestras fronteras. Y allí estábamos, casi un año después llorando en la noche de los niños. A veces debería asustarnos la velocidad con la cual la vida se nos escapa, pero otras veces deberíamos pararnos a pensar y ver hasta que punto somos afortunados de que el tiempo haya volado como un ave torcaz al lado de personas tan maravillosas, en dirección de los vientos alisios. Sigue siendo mi mar, sigue siendo mi vida. En recuerdo de todos los kilómetros que hemos recorrido juntos.

martes, 3 de enero de 2012

Everything's no lost

En realidad no hemos perdido nada, solo nos hemos dado cuenta de que a veces sobramos en el futuro de ciertas personas, o simplemente se acaba porque había llegado la hora de irse a casa. Entonces,¿Por que nos empeñamos en hacernos daño de esa manera tan cruel? Somos difíciles. Y un escalofrío de verano me recorre el cuerpo. Ya no tengo ganas de llorar, y, ¿Acaso alguien recuerda? En realidad no. Sigo recordando como los grandes icebergs nos hacían soñar. Te chocaste y perdiste el control, perdiste tu fuerza como una canción que se muere al terminar. Mi isla en el Atlántico, donde solíamos observar la estrellas, hasta que la mañana las ensombrecía. A miles de kilómetros. Y mi otro rincón del mar. Te recuerdo las auroras boreales, las que nos quedamos dormidos esperando ver, te recuerdo la música hasta el amanecer. Te recuerdo el verano, te recuerdo el invierno. Te recuerdo que soy otoño. No creo que sea tan difícil de entender que he cogido las maletas y me he ido. Se te congelan las lágrimas, ahí, en medio de la nieve, tú solo sigue las luces, ya nos volveremos a ver cuando no nos empeñemos en hacernos daño. Se acabó. Vete a casa. El avión va a aterrizar ya. Tienes todo lo que quieres pero nada de lo que necesitas, me gusta que seas infeliz, pero no cuentes conmigo. Te espero para cruzar el canal y luego no me vuelvas a llamar. Y tira ese libro de mi poeta favorito que me escribiste a mano, ya no sirve para nada.

lunes, 2 de enero de 2012

2 de Enero

Ha empezado un nuevo año, si pongo la vista atrás el único recuerdo que tengo de la primera noche del año es infinidad, inconsciencia, trajes de fiesta, música, mis amigas, incondicionales y felicidad, sobre todo eso, rebosante felicidad. Así que, como es demasiado tarde para arrepentirse de nada, empecemos de nuevo y empecemos bien. Conozco bien esa melodía. Puede que se acabe el mundo este año, pero prefiero creer que será el año en el que se cumplan todos nuestros deseos, en recuerdo a 1999.