jueves, 30 de diciembre de 2010

Remember December

Los días de vacaciones han pasado fugaces, viendo la preciosidad de las luces, corriendo de un lado a otro, ocurriendo tantas cosas sin ocurrir nada, y el año se nos va mañana, el único día del año en el que todos nos coordinamos y hacemos algo a la vez, anuncian el concierto de año nuevo, pero para mí es como un apocalipsis, porque es el primer año que salgo, que me entrego a la noche, a la primera noche del año. Quizás sea Cenicienta, quizá nada de eso ocurra, ojalá que si, quién sabe como empezaré una y otra vez. Y ahora me encuentro aquí haciendo una reflexión sobre el año que fue como si tuviera que dar explicaciones como si fuera mi diario y en realidad lo hago aquí por pereza a cogerlo, pero algún día tendré que hacerlo. Quizá me ha corroído el mundo de la codicia y del dinero, de las cosas materiales, quizá porque me han hecho daño para que yo pueda llegar a hacerlo, lo siento mundo por herirte cuando lo hago.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Navidad

El coche va demasiado rápido, parece mentira que hayan empezado ya las vacaciones, llueve y hace frío, venimos de una fiesta, es de noche, el coche va demasiado rápido y me pregunto por qué no se estrella dadas las condiciones en las que se encuentra mi ánimo y mi corazón, deshechos por el dolor de deshacer, como casi siempre, bajo la presión de discursiones. Y luego la familia, los abrazos, el perfume de personas que solo ves un par de veces al año aunque vivas insultantemente cerca de ellas, los besos, las sonrisas, el cariño, esa   áurea que se posa sobre todas las cabezas, el champán con sus burbujas que solo ascienden como cuándo haces el amor, ese sabor extraño de algo que la última vez que lo habías probado te había repugnado y ahora en cambio lo adoras. Los regalos que con tanta ansia esperas debajo del árbol, tantas cosas que no te esperabas, comidas y más comidas familiares donde todo lo que comes siempre es de más y los repugnantes dulces se vuelven amargos, pero al fin y al cabo donde se respira el único amor que sé respirar,  en el único lugar en que somos naturales. Y luego las luces de la ciudad, que está escondida entre dos extremos que el mar no se ha comido como una manzana envenenada. Y borrachos de amor dos jóvenes se subirán a una escalera en su propio árbol de Navidad, ojalá no se caigan antes de llegar a la estrella. Feliz Navidad.

domingo, 12 de diciembre de 2010

La inteligencia humana

No podemos considerar que actúa inteligentemente una persona que es incapaz de dirigir su comportamiento, que está impulsada por sus deseos o miedos, que se conduce mecanicamente, sin reflexionar, que es tan vaga que se deja llevar siempre por lo que en ese momento le apetece.
Leí esto en un libor y me quedé de piedra, querría ser menos inteligente.

Animales

Tengo miedo del día que mis ojos se queden sin lágrimas, de solo poder llorar por cosas serias. De no poder reír y llorar como pasar del amor al odio. No sólo lloran los bebés, y si no es así, yo lo soy, ¿y qué?
¿Sabes? Tengo curiosidad por saber qué se siente cuándo te ecamoras y me siento un mounstruo porque esta sociedad de mierda, corrupta materialista ha conseguido con su esfuerzo arrancarme el amor por una persona de manera apasionada y sin frenos. Menudas tonterías digo.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Wild world

Yo también tengo una extraña obsesión con las pinzas de la ropa, lsa agrupo por colores, Tengo predilección por los días pares y por este frío invierno. Duermo con calcetines porque cuando no lo hago soy consciente de ello toda la noche. Pienso que si desayuno con la cuchara que pone "María" mi día irá mejor, estará completo. Repito estrofas de canciones una y otra cez, como si trajeran tu presencia a esta noche que no acaba : "Oh baby baby it's a wild world, I'll always remember you like a child, girl".
Y para un día perfecto para mi mente inconsciente y alocada, lo mejor es una tarde de viernes, contigo.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

214 días de Junio

Mousse de manzana para las penas de amor. Ya es invierno, y no voy a esperar que se hiele esta lágrima que me cae lentamente por la cara, estás acabado, Mayo ha quedado muy lejos, y nuestra amistad se ha quedado en 214 días de Junio, una pena, maldito verano que calienta las ideas, para eso existen gorros, bufandas y guantes, que no te las cuecen, ahí dentro, te las hielan, te dejan pensar con frialdad, ya no hay más primaveras para nosotros, yo también te quise y también te echaré de menos, o no.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Porque si besas de verdad no puedes pensar

Los besos inteligentes son los más crueles.

Años 80

Esos veranos en los que no importaba nada, en los que no existían corazones rotos, ni miradas desconsoladas, en los que no sentía rencor, ni ganas de reír después de salir corriendo, después de después de escapar, de guardarse cosas, ganas de gritar al mundo que ya nada te importa, que eso, no te importa, y borrar de tu cabeza esa canción que estúpida e ingenuamente llevabas días ecuchando sin saber lo que te iba a deparar, quiero sentir el calor en mi piel, sentir como me quema, otra vez, y el mar, de agua salada que me devuelva lo que era mio.

Un pequeño amor de cuento

Arañándome las mejillas, pidiendo ayuda a las estrellas. Fuera, en el balcón, dónde solías fumar un cigarrillo, siguiendo después ese humo hacia el cielo, arriba, más arriba, más aún.... Allí dónde precisamente habíamos estado nosotros. La primera estrella a la derecha y luego todo recto hasta mañana. Y otras muchas, y a todas les preguntaba, la habéis visto? Por favor, he perdido mi estrella, mi isla que no existe. Dadme un porqué , un simple porqué, cualquier porqué. Pero qué idiota, ya se sabe, cuándo un amor se acaba, se puede encontrar todo, excepto un porqué.

Mi vida sin tí

Como una sonrisa rota, como una flor sin petalos, como beber de un vaso vacio, como tirarse a una piscina sin agua, como respirar en un mundo sin aire, como amarse en lenguas extranjeras, como besarse sin labios que se entiendan, como el dolor del amor, de la verdad, de la mentira, del querer y del no querer. Como llorar en un universo carente de agua y con esa lagrima llenar el beso vacio de sentimiento.

Cartas mojadas

Te prometí que escribiría algo:
No tenemos por que desencadenar palabras sin sentido, ¿no? No sirven de nada, déjalos a un lado, sonríeme y déjame contigo, mientras el viento, en la terraza más vertiginosamente septentrional del universo, nos hiela. Agárrate a mi y déjame así. Dame ropa de invierno, dame frío cavernal, dame quererte sin poder más. Dame quererte más y más, por cada frío invernal

Un día llegó esto a mí, a la bandeja de mensajes, y a partir de ese día no hubo más discursiones, a partir de ese día fuimos nosotros, siento escribirlo aquí, pero es de las cosas más bonitas que me han escrito en meses, gracias por escucharme siempre, amigo.

Querido frio que me hielas las manos

Volvió el invierno, y los días de sol helado, de agua salada, tiritando en el mar, con cada risa, otra vez.

Muérete

Déjame en paz y empieza a llover. Vale, acércate y bésame despacio.
Un helado en pleno Diciembre, salir con paragüas cuándo hace sol, saltar los charcos descalza, reír con lágrimas en los ojos.
Dame un abrazo, tengo frío.
Caliéntame las manos.
¿Soy una niña caprichosa? Sí, lo eres.
¿Qué más me dá? Lo siento, pero ya no existes, te has ido y no es mi culpa.
Y sigo teniendo las manos frías.

Explota

Cuándo se queda un chicle sin sabor, cuándo no tienes ganas de levantarte por las mañanas, cuándo no quieres besarle es que ya no le amas y sufres por no hacerlo.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Buenas noches mi amor

¿Y si hoy llego y solo hay un colchón en el suelo?
Querido dolor:
Estoy harta de relaciones frívolas y efímeras, estoy cansada de sentarme en el suelo del balcón y hacer nubes de humo, de ver todos y cada uno de los tejados de la ciudad, de color rosado, de casitas, altas, bajas, de edificios bonitos y feos, de sentarme en ese banco, morirme de frío y que no venga nadie a ofrecerme su calor, de tener las sábanas frías, los pies sin calcetines y sin amor que me les dé calor. Y así, congelarme, en invierno, sin esperar que llegue el calor, queriendo tener más frío, más y más. No espero que llegue el estúpido momento que bajes del tren y corras por las calles hasta llegar a mi casa y besarme, y hacer que recupere el calor de mi cuerpo, de todos los meses muertos.

Tu día cualquiera

Me gusta la forma en que te rascas la nariz, la forma en que bostezas, la forma en que pones carantoñas, la forma en que te levantas por las mañanas, la forma en que me miras, la forma en que te enfadas conmigo.
Hazme unas galletas con chocolate, vainilla y helado de limón, coco en trocitos. Encerrémonos en la pequeña habitación y no salgamos nunca más.