sábado, 20 de agosto de 2011

Llévame al otro extremo

Parece mentira que sigamos aquí, sin poder hacer nada, ¿puedes sentir los latidos de mi corazón? A lo mejor te encuentras en otro lugar del mundo, estoy segura, en el extremo más opuesto de dónde yo me encuentro, en el lugar más lejos en diagonal dentro de los límites que determinan nuestras identidades, nuestros parecidos, nuestras diferencias. Quizá te olvidas de las noches en las que he perdido el sueño por ti, en las que me he sobresaltado, en las que me he despertado y me he vuelto a dormir, en las que me he reído y en las que simplemente te he soñado toda la noche. Estamos hartos de sentirnos como en un océano de hielo, con miedo a que todo muera. Cada día falta menos para que nuestras sonrisas se iluminen, para que brillen y eclipsen a todo el que trate de interponerse entre ellas, falta menos para oír lo que de verdad queremos oír, para no poder decir lo que realmente queremos decir. Eso mismo, quiero no poder decirte lo que realmente quiero decir, lo que realmente siento allí, muy adentro. Te presento a la roca maciza que llevo dentro, y tú, la has bombardeado con dinamita, no es tan fácil, pero ya me dirás cómo lo has hecho. Me has hecho explotar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario