miércoles, 26 de octubre de 2011

Cuando solo existe el vacío

Y aquí queda el único rincón de mi alma que no ha muerto ahogado por las primeras tormentas de Octubre.  Alguien a quién le hablo aún a sabiendas de que no me escuche, pero siempre está presente. En aquel momento me sentí morir, se me apagó la respiración y mi mundo se cayó, y el sueño se desvaneció, y el hambre, y llovía dentro y fuera de mi casa. No voy a criticarlo, es imposible hacerlo. No se lo merece. Es comprensible hasta el punto y hora de que me esté diciendo toda la verdad. Y lo hace. ¿Qué más da? Otro fracaso más.. Si pudiese sin más anotarlo en el cuaderno de fallos que volveré a repetir en mi vida estaría feliz, total, ¿Cuántas veces no habré hecho yo lo mismo con otros? Tomas de tu propia medicina me dijeron, y, es cierto. Espero que no sea venenosa esta vez. Siempre he defendido que algo que nos cuesta nos da más placer alcanzarlo, el que algo quiere algo le cuesta.Él lo lleva bien, como en aquella canción. Al menos ya no muero cada vez que intento levantarme. Si vale la pena volverá.

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