jueves, 14 de abril de 2011

Marie

¿Recuerdas a Marie sentada en el silloncito de la peluquería? Con el babero que le ponían de color rosa que contrastaba con su piel clara, sus mejillas del color del mandil y su pelo casi rubio con los reflejos del sol y de los fluorescentes. Ella, era, era, era muy ella, a veces sonreía, a veces no, a veces no se callaba y otras prefería nadar en sus pensamientos. Solía naufragar hasta que apareció el chico de la sonrisa. Nunca antes la había visto salir más feliz de lo que entraba, ahora parecía una flor, incluso estaba más hermosa que antes, si aquello era posible. Dale recuerdos de mi parte si la ves perdida en una calle de París, y háblale del joven poeta que la espera cada tarde bajo una arcada de la Torre Eiffel, es el chico de la sonrisa.

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