domingo, 3 de abril de 2011

El baúl de las cartas sin romper

Bien, hoy es el día que tengo un poco de tiempo y no la cabeza en otra parte para poder contarte claramente un pedazo de mi vida. Mi aficción por Love of Lesbian creció a lo bestia esta semana, escúchalos," Allí dónde solíamos gritar" es, uf, genial. Te cuento, no te conté el otro día porque no me vi capaz, no me preguntes por qué, pero me daba vergüenza, estoy locamente enamorada de un chico, si, es horrible, y yo, María la fría, la que no quiere estar con nadie, la que salta de flor en flor, la que quiere la libertad por encima de todas las cosas, aquí está esa María muriéndose, porque, estoy tirando abajo toda mi fachada, como los edificios tras el terremoto en Japón, en segundos todo cae brutalmente, como si fueran edificios de papel, que se caen y desaparecen, como si nunca hubieran existido, porque cada vez que sonríe pues el mundo se para y cada vez que me mira con sus ojos azules, marrones y verdes, pues me olvido de que estoy anclada al suelo por una especie de ancla llamada gravedad, no sé, supongo que es un sentimiento nuevo para mí, pero es horrible, no consigo pasar demasiado tiempo sin pensar en ello. El problema, él está en segundo y está hasta arriba de exámenes, pero joder, es es, es increíble, es genial, es un éxtasis de sensaciones, y no sé, es que no tengo palabras, la verdad, me gustaría escaparme del mundo, y poco más interesante me pasó en las últimas semanas, además de que ayer llamé para saber cuándo me entrevistaban, la verdad, si me tengo que ir de aquí ahora me dolería muchísimo, ahora que sé que tú vuelves, ahora que sé que tu, al que si, puedo considerar uno de mis mejores amigos vuelve, pues uf, y luego, está él, que, aunque se vaya a la universidad, pues espero ver, joder, universidad, parece que faltan mil años para eso y no, está ahí, a la vuelta de la esquina, dos telediarios, muchos días, joder, tengo ganas de llorar, porque me siento impotente, porque el sol brilla ahora, no lo veo, pero brilla igual, y el mar, y no sé, soy demasiado feliz y demasiado triste, bueno, me callo, debería extenderme más, por cierto, el domingo fui a la playa y llovió, fue genial, escuché música, fue superrelajaaaaaaaaante y nada, eso, cuéntame tú pues

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