jueves, 18 de noviembre de 2010

Muérete

Déjame en paz y empieza a llover. Vale, acércate y bésame despacio.
Un helado en pleno Diciembre, salir con paragüas cuándo hace sol, saltar los charcos descalza, reír con lágrimas en los ojos.
Dame un abrazo, tengo frío.
Caliéntame las manos.
¿Soy una niña caprichosa? Sí, lo eres.
¿Qué más me dá? Lo siento, pero ya no existes, te has ido y no es mi culpa.
Y sigo teniendo las manos frías.

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