domingo, 15 de enero de 2012

No es lo más adecuado, nunca lo es.


La última vez que alguien te abrazó y lo sentiste con una fuerza distinta ha quedado enterrada en la profundidad de todos tus recuerdos. Y a pesar de todo el daño que te hace sigues necesitando ese recuerdo como necesitas respirar cada cuatro segundos. ¿Y que pasa si no lo encuentras? Eso sí sería verdaderamente triste. Porque en ocasiones es mejor torturarse con lo que hemos tenido que no con lo que nunca llegará. Y no me estoy refiriendo a ti, y lo sabes. Solo generalizo. Recuerdo su voz cantando, con ese acento inglés tan peculiar, que nadie más podría tener. Y cuando menos lo necesitas escuchas esa canción que no tiene nada que ver con lo que realmente sientes, pero con la cual te sientes totalmente identificado, y necesitas su flujo de vida para sobrevivir. Ves como todo se derrumba, y sigues dentro, las luces cesan, pero tú sigues ahí, hasta el final, porque algo era bueno para ti. Pero vives en recuerdos de fotografías antiguas y vídeos de tenue color. Sé que estás perdido, aunque no creas, no dejes de creer nunca, porque siempre mentimos, y siempre esperamos lo que no deberíamos esperar, hay veces que es difícil reemplazar, y más si revolvemos en los recuerdos como en una tarde fría y lluviosa caen las películas románticas y el calor de la calefacción en forma de aguanieve.

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