jueves, 8 de septiembre de 2011

Dreamers

Lo prometido es deuda, y sé que eres buen cumplidor, así que espero que no me decepciones, solo voy a pedirte una cosa, espérame, siéntate en una playa un día de invierno cualquiera, quítate los zapatos si quieres, mira el horizonte y calcula cómo de largo puede ser, y tranquilízate pensando que yo te quiero tanto como puedan llegar a ver tus ojos, y tanto como no puedan llegar a ver, así, hasta el infinito. Luego recoge arena con tus manos mientras reflexionas sobre el tiempo, y mientras coges arena entre tus manos piensa en las probabilidades, en nuestra probabilidad, la que aparezca en tu mente, así, sin más. Y cuando acabes de pensar en todo eso, date la vuelta, susurra los kilómetros que nos separan en voz baja y con los ojos cerrados, y prepárate, porque sentirás mi calor en tus labios una vez más. Y te quiero será la frase compuesta de dos palabras más ridícula pronunciada jamás.

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