sábado, 14 de abril de 2012

It's always too much

No te quites la vida si no es necesario. A veces amar desesperadamente no es nada de lo que debamos avergonzarnos, todo el mundo lo hace alguna vez en su vida, y a veces hacerlo solos y en silencio es más triste que que todo el mundo lo sepa. Y aquí estamos, a punto de saltar desde el acantilado, espera unos pocos días, te prometo que pasarán pronto, y podremos encender fuego en nuestras pieles sin importarnos la hora que sea, podremos dormir al descubierto, o en la playa, no nos importa, porque quizá ni siquiera durmamos. Eres mi aire, ahora mismo me resultaría difícil vivir sin ti. Cuando sueñas con alguien, no sé como puedes imaginártelo si no tiene forma, pero siempre hay alguien que es como quieres que sea, y si aparece de repente un día en tu vida no hay cordura que se pueda instalar en tu cabeza, que por muy arraigada que esté va a salir volando por los aires, como una bomba en plena guerra mundial. Y en ese mismo momento sí, saldría volando exactamente al otro lado. Y si me muerdes, será como nunca, no derramaremos sangre, solo filtraremos desde un pequeño foco de luz la mayor generación de calor que se haya registrado nunca, pero allí estaremos nosotros, en algún lugar del mundo, sin que nadie lo sepa, pero viviendo eternamente en nosotros mismos. Intenta no respirar, espera a que pase la tormenta y que nadie te escuche aquí, porque así, habiendo terminado la batalla y por fin seremos libres, sin país ni bandera, pero con un sentimiento de pertenecer a el uno al otro inconcebible antes, y con nuestro paisaje imposible de cambiar, porque es el lugar donde hemos nacidos dos veces. Y que sea siempre así. Yo solo te aviso, quedan, solo quedan 68 días para verano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario