martes, 18 de septiembre de 2012

Taxi

Yo creo que ya se ha convertido en una obsesión la manera en la que discurren en mi mente las notas de aquella canción que tocábamos hasta la madrugada, sin importarnos nada ni nadie. Ahora te encuentras irónicamente en una habitación vacía, manejando mi espalda con tus dedos, tropezándote conmigo, rompiéndote. No hace frío fuera, aún no, es de ese tiempo en el que nunca nos acabamos de acostumbrar, es eso que estamos viviendo y se va tan rápido como se va el amor. ¿Y qué si te ves consumido? Has vivido. Has amado.
Siempre pienso en algo. En mi inconstancia. Es el gran error que acarreo siempre a mis espaldas. A veces lo hago, solo a veces. Pero soy incapaz de amarte constantemente. Nadie es capaz. Todo el mundo necesita reinventarse. Estoy demasiado acostumbrada a hacer daño.
La vida es una locura, me conociste, me agarraste del cuello y me besaste. O no. Eres la misma persona una y otra vez, en diferentes cuerpos. A veces no, a veces eres una diferente, por eso no te reconozco y no me gustas, y no me sirves. En realidad nada me sirve. Es triste la realidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario